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El Histórico 4 a 3 del Quinquenio


El 19 de octubre no es una fecha más en cuanto a materia clásica, ya que aquel día en 1997 se disputó uno de los clásicos que quedarán marcados con más fuerza en la memoria colectiva. Vulgarmente, es recordado como “el clásico del 4 a 3”, debido al resultado final, y su importancia se debe al trámite del partido, ya que supimos remontar un resultado adverso de 1-3 para lograr la victoria final de 4-3.

Debido al régimen de disputa del campeonato uruguayo en aquel entonces, si perdíamos aquel partido, nos despedíamos de la posibilidad de ganar el Campeonato Uruguayo de 1997, y por ende, lograr el Segundo Quinquenio de Oro.

A los 21 minutos el tradicional rival abrió el marcador por intermedio de Danilo Baltierra, pero rápidamente “El Profesor” Pablo Javier Bengoechea empató el encuentro con un golpe de cabeza. Nuevamente el rival se puso en ventaja, esta vez sacando una diferencia de dos goles, ya que a los 32 y a los 35 minutos, Washington Rodríguez y Ruben Sosa mandaron la pelota a la red. El panorama era bastante oscuro. Con el 3 a 1 la hinchada rival festejaba porque con esa ventaja creían que habían cortado el Quinquenio. Estuvieron 5 años perdiendo los clásicos de todas las maneras existentes, y sin embargo se dieron el lujo de sentirse ganadores.

Enfrente estaba Peñarol, y antes del terminar el segundo tiempo, comenzaba la remontada “A lo Peñarol”. Cerca del final del primer tiempo, el “Lucho” Romero conectó un cabezazo tras un corner del “Pato” Aguilera, y de esa manera el encuentro se fue al descanso con un 2-3. Ahora los de enfrente ya no festejaban y bajaban a la realidad; se dieron cuenta otra vez que “Peñarol nunca está muerto”.

El gol del descuento mantenía las ilusiones intactas, y dejaba un partido abierto para los segundos 45 minutos que serían apasionantes. Sobre los 66 minutos llegó el empate del partido, luego de un rebote que agarró Jorge Goncalvez tras un tiro libre de Pablo Javier Bengoechea que logró tapar Carlos Nicola. El “Tito” festejó el gol frente a la hinchada rival, haciéndole todo tipo de gestos y muecas.

El partido estaba 3 a 3 y la historia estaba a punto de cambiar. La hinchada de Peñarol estaba apoyando con mucha fuerza y aliento a sus jugadores en busca de la remontada final. Y ese bendito gol llegó a los 76 minutos de juego, cuando Juan Carlos De Lima conectó de cabeza un centro de Pablo Bengoechea. Los jugadores estallaron de alegría y se unieron en un abrazo tan fuerte que cayeron al césped. No se querían levantar nunca más; habíamos dado vuelta aquel clásico y todos querían registrar en las retinas el momento.

A esa altura era muy complicado ganar el Quinquenio, se tenían que ganar todos los partidos y a su vez se tenían que dar muchos resultados. Ningún hincha de Peñarol se iba a olvidar de esa tarde, de esa hazaña. Y gracias a esta victoria el plantel y la hinchada se dieron cuenta que si está Peñarol, todo es posible, porque Peñarol es el “dueño” de las hazañas.

Ficha del Partido

Público: 55.000

Entradas vendidas: 42.029

Jueces: Gustavo Gallesio, José Lagos, Néstor Rodríguez.

Peñarol: Claudio Flores, Serafín García, Jorge Goncalves, Nicolás Rotundo, Robert Lima, Marcelo De Souza, Ruben Pereira (55′ Zalayeta), Pablo Bengoechea, Antonio Pacheco (78′ Quiñones) , Carlos Aguilera (76′ De Lima) y Luis Romero.

Nacional: Carlos Nicola, Tony Gómez, Damián Rodríguez (50′ Cono Aguiar), Fernando Kanapkis, Leonardo Jara, Danilo Baltierra, Diego Tito (65′ Carrasco), Mario Barilko, José L. Zalazar, Washington Rodríguez (68′ Adippe) y Ruben Sosa.

Goles: 21′ Baltierra (N), 25′ Bengoechea (P), 31′ Rodríguez (N), 34′ Sosa (N), 45′ Romero (P), 66′ Goncalves (P), 76′ De Lima (P). Expulsados: 84′ Zalayeta (P), 90′ Zalazar.