Zalayeta marca el 1-2El 5 de noviembre de 1997 es una fecha que quedará marcada dentro del calendario de Historias Clásicas, más precisamente por ser mojón crucial en la obtención del Segundo Quinquenio de Oro del club. A posteriori del histórico clásico del 4 a 3, la combinación de resultados incluyendo el histórico 1 a 0 de Nacional ante Defensor con gol de Carrasco, determinó que Peñarol y Nacional debieran dirimir en un nuevo clásico un lugar en las finales.
Peñarol obtuvo el primer puesto de la Tabla Anual en conjunto con Defensor Sporting. Los violetas además conquistaron el Clausura. Por su lado, Nacional se había consagrado ganador del Apertura y el reglamento de dicha temporada marcaba que Defensor iría directo a las finales.
Nuevamente Nacional tenía la oportunidad de terminar con el Quinquenio en otro mano a mano, en otro clásico de vida o muerte. El clásico comienza mal para Peñarol, ya que a los 38 minutos Ruben Sosa abre el marcador con un tiro libre que pega en el palo y entra. Así se van al descanso los dos equipos, con el tanteador a favor de Nacional por 1 a 0.
Apenas dos minutos de comenzado el segundo tiempo Nacional amplía su ventaja en el marcador con gol de José Luis Salazar. El partido estaba 2 a 0 y nuevamente se haría cuesta arriba. En ese momento las gallinas pensaron que ahora sí cortarían el Quinquenio de Peñarol, y ya festejaban la victoria por adelantado. Pero el hincha de Peñarol no se olvidaba de la remontada de hace unas semanas y seguía alentando con toda la fe de que se podía revertir esta historia.
Así fue que comenzó la remontada de Peñarol; primero Marcelo Zalayeta marca el descuento luego de corregir la trayectoria de un tiro libre ejecutado por Carlos Aguilera. Ahí reapareció en la tribuna de enfrente los fantasmas de “estos nos ganan A lo Peñarol”.
Peñarol luchó y logró el merecido empate a los 65 minutos tras gran pase de Carlos Aguilera para Luis Romero. Éste busca definir por arriba de Álvaro Escames sin tener éxito, pero vuelve a arremeter y logra marcar el 2 a 2. En dicha jugada queda lesionado Luis Romero en una muestra de que estaba dispuesto a arriesgar su físico por ese gol. Esto era también una demostración de cómo jugaba este Peñarol: a todo o nada.
De Lima define para poner el 3 a 2Por la lesión de Romero entra a la cancha Juan Carlos De Lima, el autor del cuarto gol y definitorio en el clásico anterior y en el partido con Cerro. Como tocado por una varita mágica, Juan Carlos de Lima entra y marca el tercer gol. Luego de quedar mano a mano con Escames, el delantero define de manera excepcional picando la pelota y guardándola en la red del arco de la Colombes, tribuna donde estaba la hinchada aurinegra y que explotaba con el gol.
Así fue que terminó el partido, con un Peñarol que remontó un resultado adverso de 2 goles. Perder era el fin del Quinquenio soñado, pero “A lo Peñarol” se logró la victoria histórica, y el pasaje a las finales contra Defensor Sporting.
En las finales, nos quedamos con ambos partidos, con un 1 a 0 y 3 a 0, logrando de esta manera el Segundo Quinquenio de Oro en la historia del club. Peñarol es el único club del Uruguay que cuenta con dos Quinquenios.
“CON PAPEL CARBÓNICO”, opinión de Atilio Garrido – 6/11/1997 – Ultimas Noticias
(…)Peñarol apareció mejor de salida, jugando buen cuarto de hora en base a inspirados trabajos de Pacheco, Aguilera, Adinolfi y las subidas de
Serafín. Nacional emparejó con gran despliegue de Barilko, que había comenzado bajo. Lo acompañó el pundonor de Baltierra, los pelotazos de Zalazar y adelante explotó Sosita. Los tricolores siguieron de largo y Sosa puso en ganancia, merecida a esa altura, a un Nacional que aparecía sólido en el final de la etapa.
Fin del partido, Peñarol
sigue rumbo al Quinquenio.
El carbónico volvió a funcionar para el segundo tiempo. Nacional arrancó a gran nivel y un golazo de Zalazar, con pelotazo de sobrepique tras centro de Tony Gómez, estableció el 2 a 0 … ¿definitivo? Igual que 16 días atrás parecía que sí porque, aprovechando el impacto, Nacional tuvo 10 minutos para pegar el “guantazo” final del 3 a 0. El palo le dijo no a un remate libre de “Sosita”. Zalazar también lo tuvo y se demoró en rematar. Parecía incluso, que el inexplicable cambio de Fleitas al sacar del campo a Barilko y poner a Coelho, pasaba inadvertido…
Pero ni bien Peñarol se recuperó, se ordenó en la cancha y creció con el ingreso de Zalayeta – insólitamente postergado como suplente – quedó claro el grueso error de la variante (…).
Cuando Zalayeta hizo el primer gol, aparecieron los fantasmas, que aumentaron en los jugadores de Nacional lo que el técnico Jorge Valdano llama “el miedo escénico”. En contrapartida, se agigantó en los futbolistas de Peñarol esa expresión de rebeldía para apretar los dientes y “meter”, olvidándose de todo prurito futbolístico.
Si algo faltaba para completar la obra, después del empate de Romero, apareció en el tinglado Juan Carlos de Lima. Allí, entonces, lo que palpitaban las tribunas eran la fotografía de la realidad. Eufórica la Colombes. Muerta la Amsterdam. Para colmo esta vez De Lima tuvo un preámbulo con un gol espectacular que le anularon por offside y minutos después desató la locura.
Como 16 días atrás…
Ficha del Partido
Público: 65.000
Entradas vendidas: 56.347
Jueces: Daniel Bello, Carlos Velázquez, Fernando Cresci.
Peñarol: Claudio Flores, Serafín García (55′ Zalayeta), Nelson Olveira, José E. De los Santos, Edgardo Adinolfi, Marcelo De Souza, Nicolás Rotundo, Pablo Bengoechea, Antonio Pacheco, Carlos Aguilera (81′ Goncalvez) y Luis Romero (66′ De Lima).
Nacional: Álvaro Escames, Tony Gómez, Damián Rodríguez, Fernando Kanapkis, Oscar Suarez (69′ Carrasco), Danilo Baltierra, Diego Tito, Mario Barilko (50′ Coelho), José L. Zalazar, Washington Rodríguez (83′ Delgado) y Ruben Sosa.
Goles: 38′ Sosa (N), 46′ Zalazar (N), 61′ Zalayeta (P), 65′ Romero (P) y 77′ De Lima (P).
Expulsados: 86′De Souza