El “Cabeza Mágica” es el máximo goleador en la historia de la Copa Libertadores con 54 tantos, 48 de ellos anotados con Peñarol. Multicampeón en la década del 60.
Delantero integrante de la Maquina del 49, fue uno de los generadores del Clásico de la Fuga. Fue dos veces campeón uruguayo y autor del gol más importante en la historia de los mundiales.
Se consagró 7 veces Campeón Uruguayo. Formó con Gildeón Silva y Lorenzo Fernández “la cortina metálica”. Campeón Olímpico de 1928 y Campeón del Mundo en 1930. Designado Socio Honorario y Caballero del Deporte por la Asamblea de Socios de Peñarol.
Considerado por muchos hinchas como “el último gran ídolo de Peñarol”, se formó en el semillero del club, desplegando su fútbol y magia en Las Acacias. Jugador clásico.
Apodado el “Pato”, fue campeón y figura en el Quinquenio. Tuvo su partido de despedida con los grandes.
La “fiera” anotó uno de los goles más importantes en la historia del club: en el minuto 120 de la final de la Copa Libertadores de América en 1987.
Delantero, hombre de cultura y secretario de los Talleres. Fue elegido capitán del equipo en 1900, 1902, 1904 y 1905.
Imparable por la punta izquierda. Petiso, genial, guapo y con una velocidad impresionante. Obtuvo 4 veces el título de Campeón Uruguayo y formó la famosa delantera de 1949.
Campeón uruguayo con Peñarol en 7 oportunidades y Campeón del Mundial de Clubes en Italia 1985. Disputó 30 clásicos y solo perdió 1. Defendió a la selección en dos mundiales.
Uno de los grandes ídolos del Club Atlético Peñarol, es el máximo goleador en la historia del Campeonato Uruguayo y el segundo goleador histórico de la Copa Libertadores de América.
Fue el primer entrenador en dirigir a Morena en primera división. Obtuvo 6 campeonatos uruguayos y la Copa Libertadores y Copa Intercontinental de 1982. También fue campeón de América con la selección uruguaya.
Fue considerado el primer jugador dinámico del fútbol uruguayo pues hacía que el público se levantara de los tablones para seguir sus fulminantes carreras por la punta zurda. Fue el primer negro en el fútbol uruguayo.
…nunca más cambió de camiseta. Fue lo que hizo “el pibe de los Pocitos” el día que vistió por primera vez la casaca aurinegra el 26 de abril de 1908.
Campeón de América en 1961 gracias a un gol suyo en San Pablo y Campeón del Mundo ante Benfica con dos goles en el partido decisivo. Indiscutido ídolo y conductor, fue un jugador de clase y temperamento.
Reconocido por la IFFHS como el mejor jugador uruguayo de la historia, estuvo en la cancha en el histórico “Clásico de la Fuga” y en el “Maracanazo” de 1950.
Se convirtió en el primer “Verdugo” de nuestro fútbol, con referencia a sus actuaciones en los partidos ante Nacional y al liderazgo deportivo y anímico que trasmitía en los partidos difíciles. Se consagró 6 veces Campeón Uruguayo, de potente remate, anotó más de 300 goles con la camiseta aurinegra.
Apodado “negro el once” y “dueño de la Olímpica”, brilló en Peñarol en la gloriosa década del 60. Fue un delantero rápido, hábil y muy potente.
Arquero de Peñarol en los años ’20. Fue figura rutilante en la vieja cancha de Peñarol en Pocitos, donde los carboneros mantuvieron el invicto en sus encuentros clásicos frente a Nacional. El arco de Peñarol defendido por Legnazzi registró el record de valla invicta de 1282 minutos.
Campeón uruguayo con Peñarol en 1900, 1901 y 1905, fue un excepcional jugador y también dirigente.
Bajaba la pelota al piso en su zona defensiva y salía jugando sin bombearla. Su presencia como eje medio en el centro del campo, sumado a Piendibene en el ataque, completó el cambio del futbol uruguayo.
Rápido, dribleador y le gustaba recibir patadas. Campeón de América y el Mundo en 1966.
Zaguero y presente en la lista de fundadores, fue el primer capitán criollo de la historia de Peñarol. Funcionario de los talleres y dirigente.
Uno de los mejores goleros que tuvo el arco aurinegro en su historia. Ostenta el record de valla invicta en el fútbol profesional uruguayo con 985 minutos.
Este golero fue considerado como revolucionario en el fútbol uruguayo; el que marcó un cambio sustancial entre los goleros de principios del siglo XX. Mostró una nueva y eficiente técnica, hasta entonces desconocida en estas latitudes.
Campeón Uruguayo en 3 ocasiones, fue apodado “El gallego” y “El Patrón de la cancha”. Fue un ejemplo de fortaleza, don de mando, valentía en la cancha y coraje. Fue el máximo artillero de la Copa Uruguaya de 1928 y le convirtió el primer gol a Nacional en el régimen profesional.
Era un hombre emotivo y de fuerte personalidad, “uno de esos jugadores que hablan en los partidos” y sus arengas se hicieron famosas.
Fue quedándose con la titularidad en base a sus buenos reflejos, arriesgadas intervenciones y actitud ganadora que ratificó en la cumbre de su trayectoria. Tiene el record de ser el único en contenerle un penal a Pelé en la Copa Libertadores de América en Brasil en 1965.
El capitán de capitanes jugó durante toda su trayectoria en Peñarol siendo pieza clave en la gloriosa década del 60. Un gran caudillo, líder y ganador por donde se lo mire.
Hincha enfermo de Peñarol. Como jugador fue muy respetado. Era recio, guapo, temperamental y metedor. Campeón de América en 1987 y protagonista de la hazaña de los 8 contra 11.
Fue el más carismático futbolista representativo de un Uruguay ganador, valiente y guapo. Capitán de intachable profesionalidad, grandiosa persona y magnífico líder de grupo, fue campeón del Mundo en 1950.
Caracterizado por sus moñas, rabonas, túneles, chilenas, mondonguillos y goles. Siempre priorizó el amor hacia el conjunto carbonero, rechazando todas las ofertas recibidas.
Insignia del segundo Quinquenio de Oro. Histórico capitán de Peñarol, tenía una pegada única. Idolatrado por los carboneros, respetado por los rivales. Tiene un monumento de bronce en el complejo Los Aromos.
Cerebral entreala poseedor de gran potencia en ambas piernas. Era apodado “el verdugo”; brilló en la década del 60.
“Acaso lo más grande en el puesto que ha tenido Peñarol hasta el año de su alejamiento fatal”. Se destacaba, ágil, valiente, de vista maravillosa, denotó enseguida una predisposición especial y estupenda para el juego.
Obtuvo seis campeonatos uruguayos con el carbonero y fue el arquero campeón del mundo con Uruguay en 1950. Fue el entrenador de Peñarol en el glorioso 1966.
Apodado “El gallego” y “la boina fantasma”, fue protagonista del primer tetracampeonato conquistado por un club en la historia del fútbol uruguayo, entre 1935 y 1938. Ganó la Copa América de 1942 en Montevideo.
El “indio” fue el capitán Campeón de América y del Mundo con Peñarol en 1982. Temperamental y firme en la defensa; un caudillo.
Capitán de Peñarol en los comienzos de la gloriosa década del 60. Es el único uruguayo campeón de América y del Mundo tanto a nivel de selecciones como de clubes.
Eduardo Da Silva, más conocido como “Dito”, nació el 19 de agosto de 1966 en el departamento de Artigas. Bicampeón uruguayo en 1985 – 1986 y figura de la Copa Libertadores de 1987, en aquella recordada final que paralizó muchos corazones.
Uno de los extranjeros más influyentes en la historia de Club Atlético Peñarol. El chileno nacido el 25 de octubre de 1946, debutó en su país a los 18 años en el conjunto Unión la Calera.
En Peñarol supo ser campeón del Uruguayo en 1985, 86, 93, de la Liguilla 1984, 85, 86 y 89 y de la Copa Libertadores en 1987. En la selección ganó la Copa América 1987 y participó del Mundial de 1990. Además de su gloriosa carrera como futbolista, ostenta ser el entrenador más exitoso de las formativas del Decano que dirige hace 16 años.